Monclovita la Bella Historias Por: PROFESOR Manuel Limon Tovar
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![]() ![]() UN VIAJE AL PASADO Y PRESENTE DE MONCLOVA AÑO DEL 2010 No soy historiador, ni mucho menos escritor, soy un simple aficionado que busca conocer sobre el pasado de mi región y de, mi tierra en donde nací, para poder divulgarlo a las nuevas generaciones y a toda aquella gente que se interese en la historia de este pedazo de tierra coahuilense. Errar es propio de la condición humana, pero no me aterra el juicio; quizás mis errores, sean disculpados en virtud de la intención que me guía. La responsabilidad de escribir historia me abruma; me gusta escuchar a los que hablan de historia, como también espulgar en los viejos libros, en aquellos en los que otros han escrito y de esas lecturas algo he aprendido y no me gusta guardarlo egoístamente, es por eso que transcribo lo aprendido para que lo lean las futuras generaciones. Si me hacen ver mis fallas y errores se los agradeceré en el alma. La historia es en esencia, continuidad y solidaridad, continuidad que se desarrolla sin que los hombres puedan evitarlo de generación en generación y que por consiguiente, enlaza nuestro tiempo con las épocas más remotas. Don Miguel León Portilla, uno de los historiadores más brillantes de nuestro tiempo, suele decir “que un pueblo que no conoce su historia, es como un viajero sin equipaje, sin brújula, sin norte, la historia es lo que permite a un pueblo reconocerse en el presente, entenderse, conocer su identidad”. A través de las páginas de esta antología, el lector realizará un ameno recorrido en Santiago de la Monclova, desde su fundación hasta nuestros días. Brindo un recuerdo inolvidable a todos aquellos hombres de está bella tierra que hicieron posible con tenaz esfuerzo y dedicación, la construcción de este bello pueblo, logrando hacer de Monclova la capital de aquel entonces Coahuila y Texas y hoy la capital del acero en America Latina. PRIMEROS POBLADORES DE LA REGIÓN En documentos encontrados en el siglo XVI Y XVII, los cronistas europeos registraron el nombre de Coahuitan, Coayla, Quiabila, Coahuilan y otras variables fonéticas, nombre que los nativos del norte de México daban a esta región. El nombre aborigen predominó y así se denominó la extensa provincia de la Nueva Extremadura de Coahuila, cuya sede estuvo en este sitio. Siglos antes de la llegada de los españoles, los nativos de la zona habitaban en cuevas y cavernas naturales o acondicionadas por ellos, así como edificaciones de troncos, carrizos y ramas, revestidas de lodo, zacate y pieles para guarecerse de las inclemencias de tiempo. Eran nómadas como el resto de los Chichimecas, término acordado al conjunto de pobladores de Áridoamérica, sin distinción de raza o lengua, pero con características semejantes, en cuanto modo de vida, organización, costumbres y aspectos antropológicos. Como los demás Chichimecas, los Coahuiltecos mostraron una gran destreza en el pulimento y grabado lítico. El hallazgo de puntas de flecha, lanzas, hachas, raspadores, navajas y otros instrumentos de silex a cielo abierto, indica la presencia de un campamento en la cercanía, donde con seguridad había una laguna, arroyo o punto de abastecimiento de agua. Los petroglifos, generalmente se encuentran en lomas o lugares altos, donde se entretenían en grabar las rocas, mientras divisaban piezas para cazar, con hueso, pedernal, cuerno y marfil hacían punzones, agujas, cinceles, adornos y otros objetos. A la madera le dieron varias aplicaciones, con esa fabricaban sus arcos, astas de flecha y lanzas, mangos de cuchillo, palos conejeros, lanza dardos, armazones de huacales, trampas para pescar etc. Los tejidos fueron elaborados con fibras de palma, lechuguilla y maguey, estos se han encontrado en restos de petates, huaraches, redes, bolsas, canastos y otros utensilios. Para su alimentación recolectaban tunas, mezquites, flores de palma, pitahayas, semillas, nueces, bellotas, piñones, raíces, pencas de nopal, quiotes de maguey, así como otros frutos silvestres. Al mezquite lo molían llamándole al producto mesquitamal que servía de alimento en sus grandes jornadas. Eran grandes cazadores, mataban todo tipo de mamíferos principalmente cíbolos (bisontes) y venados, que abundaban en estas tierras. En los ríos y lagunas pescaban las especies de peces que encontraban para complementar su dieta. Aprovechaban las pieles de las piezas cazadas para cubrir sus viviendas y fabricar vestimenta, calzado, cintos, ceñidores de pelo y bolsas. Se han encontrado vestigios en cuevas y albergues naturales sobre laderas de montañas y barrancas, que demuestran que los coahuiltecas las utilizaban como hogares; sin embargo, no ha habido señales de sus chozas y jacales, debido a la temporalidad de las mismas, por el nomadismo de su vida, pero algunos cronistas relatan que tenían forma de campana, con base circular y en el centro siempre había fuego. En su vida diaria el coahuilteca andaba semidesnudo, solo con un ceñidor de piel a la cintura del cual colgaban dos bolsas, una con harina de mezquite u otro alimento y en la segunda cargaba las puntas (pedernal) de flecha de repuesto. Usaba un taparrabo de piel y sandalias de textiles, su cabeza la amarraba con una cinta curtida para detener los cabellos; al hombro llevaba otra piel para protegerse del roce de las cuerdas de su inseparable arco y aljaba o carcaj provisto de flechas. Por naturaleza eran belicosos, protegían sus dominios y a la menor provocación atacaban a otros grupos; en ocasiones hacían alianzas para protegerse de enemigos comunes. Las guerras les proporcionaban botines, prisioneros para sacrificar y además les permita ampliar sus dominios. Conocían las propiedades medicinales de muchas plantas y usaban emplastos de variadas hierbas y de vísceras de animales, que aplicaban en la parte enferma: también practicaban sajaduras y sangrías. Los brujos cultivaban el estudio de la magia, eran llamados chamanes y tenían gran influencia en la tribu. Los numerosos restos humanos que se han descubierto en pozos cubiertos de piedra o en grutas y hendeduras, cuyas bocas tapaban con troncos para evitar que los animales se los comieran, estaban amortajados con petates, fabricados con hojas de palma del semidesierto y atados con cuerdas de fibras de ixtle o pita cuyo cadáver estaba en posición fetal o en cuclillas Con la llegada de los tlaxcaltecas en el año de 1676 se pretendió pacificar a los nativos de la región ensañándoles técnicas de labranza y construcción, pero no soportaron la sumisión de los españoles. Podemos decir que los grupos coahuiltecos sufrieron cambios considerables en su ambiente físico y en su estructura social, los cuales impactaron para siempre su manera de vivir. Primero: Su estructura social cambió con la llegada de los españoles, estos trajeron enfermedades que mataron grupos enteros de nativos además la captura que sufrían para venderlos como esclavos. Al establecerse misiones, ranchos y haciendas a lo largo de los ríos en los mejores lugares ancestrales de caza, pesca y recolección cambio su manera de vivir. Los ranchos y haciendas repercutieron negativamente al introducirse la ganadería y la agricultura tipo europeo, alteró los patrones de vegetación, desapareciendo algunas especies de árboles y arbustos, iniciando procesos erosivos. Segundo: El aspecto geográfico de ocupación se vio alterado cuando los colonos anglosajones forzaron a los apaches y comanches a invadir estas tierras, compitiendo con los grupos coahuiltecas por los lugares de caza y de recolección, las fuentes de agua y zonas de campamento. Tercero: La situación que tuvo mayor impacto sobre los coahuiltecos fue el cambio climático, ocurrido alrededor de 1700. El ambiente era más húmedo y más frió, lleno de vegetación y animales salvajes. Las primeras expediciones describen grandes pastizales, manadas de cíbolos (búfalos), bosques e innumerables manantiales. Los nativos prefirieron vivir en los territorios que pertenecieron a sus antepasados. Hasta la primera mitad del siglo XIX, cuando se juntaron los sobrevivientes en el centro de Coahuila, para atacar poblaciones, haciendas y rancherías. Empero la extinción de esa raza estaba prevista y sucedió, cuando los últimos coahuiltecos se refugiaron en recónditos escondites y madrigueras, volviendo a su vida primitiva ancestral; así desaparecieron los últimos coahuiltecos, pagando con sus vidas la libertad que tanto amaron. Según el historiador Coahuilense, aunque de origen Jaliciense, Esteban L. Portillo nos dice en un informe que rindió al virrey conde de Revillagigedo, a las Cortes de España en diciembre de 1793 se narra lo sig: En la región de Santiago de la Monclova, residen indios boboles, tobosos, oballos y principalmente coahuiltecos, en San Bernardo de la Candela, Los Catujanos, Tilijais y Milijais. En San Buenaventura de las Cuatrocinegas, Los Cabezas, Contotores y Bauzagamas. En Nadadores, Los Tocas, Colorados, Rayados y Cenizos. EL DESCUBRIDOR DE COAHUILA EL JEREZANO ALVAR NUÑEZ CABEZA DE VACA La mala suerte se había ensañado con Panfilo de Narváez: ya que todo lo que había emprendido, desde la búsqueda de Cortéz, ordenada por Diego de Velásquez hasta las intrigas contra el conquistador, le habían salido mal, hubo de regresar a España derrotado en sus aventuras y amargado por sus fracasos. Ya en su patria, hizo un nuevo intento de conquistas y logró que el Rey, por medio de una capitulación, le autorizara a descubrir, conquistar y poblar toda la región comprendida entre el río de las Palmas (hoy Soto la Marina) y la Florida, territorio que se consideraba una isla. Después de una minuciosa preparación, salió de San Lucas de Barrameda España en el año de 1528 rumbo a América. La expedición se componía de 5 navíos con 600 hombres bien pertrechados, al mando de ella iba Panfilo de Narváez y como alguacil mayor, el jerezano Alvar Núñez Cabeza de Vaca, tipo fanfarrón y mentiroso que haciendo honor a su sangre andaluza y en su afán de grandeza había renegado del humilde pero limpio apellido de su padre don Francisco de Vera, para ostentar el de su madre, hija de los Cabeza de Vaca, gente muy importante en esa región, lo que halagaba su vanidad. Pero el destino no había dejado de perseguir a Panfilo de Narváez, quien desde su salida de España en busca de la desembocadura del Río de las Palmas, tuvo un viaje muy tormentoso, ya que las tempestades casi quisieron hundir su barco. Al llegar a las primeras islas de las Antillas, desertaron de la expedición más de 150 hombres, quienes prefirieron la seguridad que las islas les ofrecían, a la incertidumbre que la nueva empresa les deparara. Al llegar a Cuba, Narváez envío 2 de su navíos en busca de provisiones, iban al mando de Cabeza de Vaca, cerca de la costa fueron sorprendidos por una tempestad que hizo naufragar a uno de ellos, muriendo toda la tribulación: Cabeza de Vaca se salvó con algunos de sus hombres por haber desembarcado antes. Había principiado el invierno con sus tormentas y Narváez decidió pasarlo al abrigo de las islas. Al acercarse la primavera continuaron su viaje con solo 4 navíos y un poco más de 400 hombres. Embarcaron en Cabo Corrientes de donde salieron al fin con grandes dificultades, solo para que a 12 lenguas de La Habana fueran sorprendidos por una tempestad que los arrastró hasta Florida, desembarcando en Tampa en abril de 1528. A nombre de su majestad, tomaron posesión de la nueva tierra descubierta y plantaron la cruz que señalaba la nueva conquista. Acosados por los nativos, las enfermedades y ya sin bastimentos, decidieron continuar por tierra siguiendo el litoral, abandonando los navíos. El hambre principió a apoderarse de los expedicionarios y para satisfacerlo hubo que sacrificar las cabalgaduras; Muy penosamente lograban avanzar La marcha era lenta y penosa, para el mes de septiembre más de la mitad de expedicionarios había muerto por el ataque de los indios, las enfermedades o el hambre. Los 80 caballos con los que contaban al principio habían sido sacrificados; fue entonces cuando Narváez, acercándose a la costa, ordenó la construcción de 5 grandes pero toscas e inadecuadas embarcaciones para seguir la marcha por el mar; en ellas se aglomeraron cerca de 250 hombres, tan aglomerados iban y tan cargadas las embarcaciones que el agua entraba a cada momento por la borda. Muertos de fatiga y de hambre continuaron así durante un mes; en eso, los temporales otoñales principiaron a separar las embarcaciones unas de otras, algunas llegaban a la costa o eran arrojadas a ella por las olas, solo para caer en manos de los nativos quienes los diezmaban o los hacían prisioneros, otros grupos se internaron en el continente, pero en tierras hostiles y sin alimentos, tuvieron en muchos casos que sacrificar a sus compañeros para alimentarse. En las desérticas costas de lo que ahora es el estado de Texas los españoles serian atacados y masacrados por los indígenas que habitaban aquel territorio quedando solamente con vida 4 expedicionarios. Estos Fueron, Estebanillo, Andrés Dorantes, Alonso del Castillo y por supuesto Cabeza de Vaca Alvar Núñez Cabeza de Vaca fue hecho prisionero y terminando como esclavo de la tribu que el llamaría Masiames, dicha tribu lo sometería a duros trabajos y a intensos castigos. 6 años permanecería el expedicionario español entre estos indios salvajes, salvando su vida al convertirse en el curandero de la tribu. Cabeza de Vaca aprovecharía sus conocimientos de medico, los cuales le darían cierta autoridad entre los Masiameses. Con el tiempo el hábil andaluz había aprendido la lengua de los indios por el cual se enteró de que en cierto lugar existan las 7 ciudades de Cibola (7 ciudades de oro) Alvar Núñez con el tiempo se convertiría en agente comercial de los Masiameses y en uno de sus viajes se encontró a Estebanillo, el esclavo negro de origen árabe, a Andrés Dorantes y Alfonso del Castillo en poder de los indios llamados Avarases. Ya reunidos comenzaron a fraguar su fuga logrando escapar casi desnudos, solo cubiertos por unas pieles de venado, se dirigieron hacia el sur en busca del pánuco, del que creían estar cerca, más no pudieron seguir por la costa, debido al acoso de los aborígenes, se alimentaban solo de yerbas y lo poco que podían cazar. Algunas veces, entre las tribus pacificas, conseguían alimentos fingiéndose curanderos o brujos. Al internarse en tierras mexicanas lo hicieron cruzando el río bravo por algún lugar cercano a lo que hoy conocemos como Camargo Tamaulipas y guiado por el negro Estebanillo o Estebanico que hacia de interprete y guía, siguieron hacia el sur, pasando por lugares en donde hoy se encuentran Cerralvo y Monterrey N.L. Torcieron luego hacia el noroeste entrando a territorio Coahuilense, por la Boca de Leones, pasando luego por Espinazo de Ambrosio y lo que hoy son Castaños, Monclova y Ocampo hasta llegar a Boquillas de Carmen, lugar en el que se internaron nuevamente a territorio Americano hasta llegar a lo que hoy conocemos como el Paso, por donde se internaron a Chihuahua llegando a donde esta hoy Casas Grandes, de ahí cruzaron la Sierra Madre Occidental, pasando por Sonora, hasta llegar a San Miguel de Caliacan ( hoy Culiacán Sinaloa) en el año de 1536. Aquí fueron apresados por Diego de Alcaráz quien los envío en calidad de prisioneros a Santiago de Compostela; de esta lugar, fueron enviados a México para ser presentados al virrey don Antonio de Mendoza a quien el hábil y vanidoso jerezano deslumbro con el relato de sus aventuras y la riqueza de las tierras del recóndito norte. Fue el quien con su fértil imaginación habló de Quivira y las 7 ciudades de Cibola. La única verdad de Cabeza de Vaca fueron las tribus salvajes, crótalos, las vacas corvadas a quienes llamaron cíbolos (bisontes), fieras, desiertos, hambre y sed. De la fatídica expedición de Pánfilo de Narváez solo se tiene noticia de estos 4 sobrevivientes y no se puede menos de reconocer su merito y su valor, su animo y resistencia pero a nuestro juicio a quien se debe su salvación es a Estebanillo el esclavo negro de Dorantes, era el guía y el interprete; él iría por delante abriendo camino y corriendo el riesgo mayor, él seria el primero en pisar tierra Coahuilense; de Estebanillo los españoles casi no hacen mención en sus relatos; él era un negro, él era un esclavo, pero gracias a él lograron la hazaña de cruzar el continente desde Florida hasta lo que hoy conocemos como Culiacán en las costas del Pacifico. “El negro Estebanillo fue vendido en el mercado negro de esclavos, en una simple y vulgar operación comercial en Gibraleon, donde residía Andrés Dorantes, oriundo de Bejar quien lo compró y llevó a América por pura vanidad, que lejos estaba de presentir siquiera el verdadero valor de su adquisición. Estebanillo o Estebanico, fue el único en cruzar con sus propios medios el continente Americano, virgen e inhóspito y llegar al otro lado de él, llevando a rastras, entre todos los peligros al petulante y mentiroso jerezano Cabeza de Vaca, a Alonso del Castillo, el niño bien, hijo del doctor Castillo, Catedrático de Salamanca y a su amo Andrés Dorantes el vanidoso bejarano. En el año de 1559 muere en Sevilla, España quien descubrió estas tierras el conquistador Alvar Núñez Cabeza de Vaca. Fotografía tomada al cerro del Mercado en el año 2010 ALBERTO DEL CANTO DÍAS 1577 Portugués de origen y probablemente judaizante, nació en Terceira- Isla del Grupo de las Azores en 1547 ya que el año 1607 manifiesta tener 60 años. Fue el tercer hijo del matrimonio formado por Sebastiao Martins y su esposa Maria Días Vieira. Llegó a México por el año 1562 al entonces puerto de La Vera Cruz. Desde la cubierta de una carabela un adolescente de apenas 15 años contemplaba embelesado el exuberante y lujurioso paisaje de la costa mexicana de la Vera Cruz, pasó a México y de ahí a Guadalajara y apenas llegando a esta ciudad, tuvo problemas con la real audiencia de esta ciudad teniendo que huir a Zacatecas donde su espíritu aventurero, lo empujó a enlistarse en la tropa de don Francisco de Ibarra quien lo reclutara a fines de 1562 para emprender la pacificación y conquista de la Nueva Vizcaya (hoy Durango) teniendo una destacada participación, por lo que le fue conferido el grado de capitán. Recibió comisión de don Martín López de Ibarra, gobernador de la Nueva Vizcaya en el año de 1577 para poblar el Valle de la Nueva Extremadura, fundando en ese año Santiago del Saltillo (hoy Saltillo) fundó y pobló los Ojos de Santa Lucia (hoy Monterrey), descubrió tres minas a las que llamó Minas de la Trinidad (hoy Monclova) en el cerro que hoy conocemos como del Mercado. Dichas minas están ubicadas a siete kilómetros desde el centro de nuestra ciudad con dirección suroeste a las que llamó, el Marañon, la Peñascosa y la Soledad. En conjunto Minas de la Trinidad que fue el primer nombre que recibió nuestra ciudad. Los cañones por los que se llega a estas minas tienen el nombre de cada una de ellas. El mineral que se extraía era transportado en el lomo de las bestias, ya que era el único medio de transporte en esa época y al llegar el mineral a su destino era fundido en hornos muy rudimentarios. La mina llamada la Soledad fue abandonada en el siglo XIX por haber brotado gran cantidad de agua en su interior, siendo las únicas minas que se siguieron explotando el Marañon y la Peñascosa. Del Canto fue un hombre muy bien parecido, de pelo ensortijado de color cobrizo, bromista, audaz, pendenciero, decidido y valiente hasta la temeridad, tenia gran debilidad por las faldas y los amoríos truculentos; esto último fue la causa de sus mayores desdichas y mayores dificultades. En Santiago del Saltillo (hoy Saltillo Coah.) conoce a don Diego de Montemayor (padre) con el que tuvo serios problemas debido a las faldas. En el año de 1578 se dictó orden de aprehensión en contra de él por crímenes y abusos cometidos, ya que tomaba prisioneros a los nativos y los vendía en las minas de Zacatecas, abandonando el puesto que tenia como primer alcalde mayor de dicha villa, para ir a ocultarse con los indios Chichimecas, siendo substituido en el puesto por don Diego de Montemayor último fundador de la ciudad que hoy conocemos como Monterrey N. L. Del Canto regresó a Santiago del Saltillo en 1581 reanudando sus ilícitos amoríos con doña Juana Porcallo y de la Cerda, esposa de don Diego quien juró vengar su afrenta, al enterarse de ello. Prometió no cortarse el pelo, ni la barba, hasta haberse vengado del burlador dándole muerte. Inició su venganza, dando muerte a su mujer, y al ser descubierto `por las autoridades, temeroso de la justicia huyó a las minas de san Gregorio (N. L.) dejando vacante la alcaldía que volvió a cubrir Alberto del Canto. Ese mismo año don Luis de Carbajal y de la Cueva en su segunda entrada a la Nueva España (hoy México) desde el puerto de Tampico para formar el Nuevo Reino de León (hoy el estado de N.L.) quien al llegar a las minas de san Gregorio encontró en ellas a don Diego de Montemayor con quien trató, para formar la ciudad de León (hoy Cerralvo). De este lugar partió Carvajal hacia El Saltillo. Al llegar a este lugar se enteró del conflicto de don Diego Y Alberto. Al comprender que dos hombres tan valiosos estuvieran distanciados y no conviniendo a sus intereses buscó la manera de conciliarlos para el bien de sus proyectos. Se las ingenió entonces para presionar a Montemayor para que diera en matrimonio a su hija Estevanía a Alberto del Canto. El matrimonio se llevó a efecto a fines de 1598 desapareciendo la rivalidad entre estas dos personas. La última noticia que se tiene registrada es que en 1607, participó en una expedición de castigo en contra de los indios que habían asesinado a Fray Martín de Altamira en la rivera del río Nadadores (hoy Nadadores ) Es en el informe de esta expedición donde confiesa tener 60 años. Murió en diciembre de 1611, siendo el alcalde ordinario del Saltillo, rodeado de los suyos y del afecto del pueblo que había fundado. Fue sepultado en al camposanto de la iglesia, desconociéndose el paradero de su restos mortales. Don Luís Carvajal de la Cueva (1583-1586) Nace en Mogodorio, reino de Portugal en la frontera con España a donde habían emigrado sus padres y muchas familias a raíz de la expulsión de los Judíos Españoles, llamados Sefarditas, ordenada por los Reyes católicos, Fernando e Isabel. Carvajal llegó a la Nueva España en 1580 en la flota del General Francisco de Luján en la que venia también Lorenzo Suárez, Conde de la Coruña recién nombrado Virrey de México. Eran poco más de 100 personas, entre ellas muchas de sus familiares, la mayoría judíos convertidos al cristianismo. Arriaron a la tierra prometida después de semanas en el mar al puerto de Tampico, donde años atrás, Carvajal había sido alcalde, fue el primer explorador del norte de la Nueva España, antes que Alberto del Canto. Salió de Saltillo rumbo al norte el 28 de abril de 1588, llevando muy buena gente de armas, algunas familias Españolas, dos atajos de mulas con provisiones y bastimentos y algún ganado mayor y menor, pasando por la misión de Dulce Anhelo de Jesús que encontraron completamente abandonado y después de varias jornadas con el mismo rumbo llegaron el 6 de mayo de 1588 a un paraje en donde encontraron un gran arroyo de agua, que aunque no muy buena para beber, si abundante y en los piélagos que se formaban se veían muchas tortugas y peces de varias clases y tamaños. Que no lejos de ese punto estaban unos cíbolos al oriente y sur. En este punto fundó una villa que intitula Minas del Almadén o Nuevo Almaden en honor al padre Zaláduendo, cuyo pueblo natal así se llamaba, en la provincia de Extremadura de España. Esto tuvo lugar el mismo día, nombrando alcalde mayor a Gaspar Castaño y como tesorero a Diego de Montemayor El probable sitio de Minas del Almadén o Nuevo Almadén nos lo sugiere Regino Ramón.” Esa nueva población fue asentada a una y otra margen del arroyo donde los pobladores construyeron sus viviendas y en donde actualmente quedan los Altos Ibarra hasta las fábricas de hielo de los señores Francisco P. Cuellar y Don Cecilio Páez. Buscaban un lugar donde practicar la abolida Ley de Moisés la del viejo testamento. En esta tierra pensaron encontrar un lugar donde hacerse vivir y practicar libremente sus creencias las que por generaciones tuvieron, vivían en constante temor de caer en manos de la inquisición. Los Sefarditas fueron los primeros en celebrar las pascuas en esta región bajo la enramada familiar y sus fiestas de pan y hierbas amargas, viviendo al cuidado de sus rebaños de ovejas de las que escogían el animal mas limpio para ofrecerlo como primicia, sembrando así una tradición que floreció en la tierra del norte: la del cabrito y tortilla de harina. Luis de Carvajal y de la Cueva llegó a la Nueva España acompañado por el Teniente Gaspar Castaño de Sosa por un ofrecimiento hecho por Felipe II, Rey de España al concederle la gobernación de un reino a cambio de un préstamo de dos millones de ducados. Los Ministros del Rey se opusieron a tal préstamo debido a su nacionalidad, pero aún así el préstamo fue hecho y el Rey hispano le concedió al gobierno de un gran territorio al cual debería llamarle el Nuevo Reino de León, (hoy estado de Nuevo León) independiente por completo de la Nueva España cuyas medidas eran de 200 leguas cuadradas (más de 800 kilómetros cuadrados) EL Rey de España Felipe II El Rey, desleal y engañoso en realidad, se proponía obtener el dinero de don Luís y luego privarlo del reino. Mañas no faltaron. Carvajal fue denunciado a la inquisición por profesar la religión judía. El virrey don Lorenzo Suárez Conde de la Coruña Fue girada la orden de aprehensión por el Virrey don Lorenzo Suárez de Mendoza, Conde de la Coruña. En el año de 1589 fue hecho prisionero el Nuevo Almadén (hoy Monclova), y conducido a la ciudad de México, donde fue privado de su libertad en las mazmorras virreinales, fue procesado y condenado por el Lic. Bonilla y el Lic. Santos García, inquisidores de la Nueva España. Lic. Santos García, inquisidor de La Nueva España Se dictó sentencia de destierro por 6 años que no alcanzó a cumplir, debido a que murió en las mazmorras. La santa inquisición les formó 2 autos de fe (los autos de fe no eran otra cosa más que una manifestación publica de la santa inquisición). Si la sentencia era condenatoria el desdichado afrontaría la muerte cruel, casi siempre en la plaza principal de una ciudad, primero se les aplicaba garrote vil sin morir para enseguida ser quemados vivos para que el fuego purificara su alma y en ocasiones estrangulado “misericordiosamente” si al final se arrepentía de sus acciones. El primer acto de fe fue el 24 de febrero de 1590, cuatro miembros de su familia fueron condenados por judaizantes o criptojudios que quiere decir “judíos secretos” este día varios miembros de la familia fueron perdonados. Su crimen era llevar a cabo la ley de Moisés, la del viejo testamento y no el cristianismo, lo que se consideraba algo totalmente fuera de la ley. La ejecución más notable fue el 8 de diciembre de 1596. Este día después de dar tormento, aplicando garrote vil fueron quemadas vivas su madre doña Francisca Núñez de Carvajal y su hermana Mariana y tres miembros más de su familia, más 4 reos de un total de 49 procesados. En acción la Santa Inquisición Las ultimas muertes de los Carvajal sucedieron en 1601 en donde 2 jovencitas y su tía doña Leonor de quien la historia indica que perdonó a sus verdugos antes de ser ejecutada. A la familia de don Luís los vistieron con samberitos (sacos que llegaban poco más del pecho) con un cocurruco (gorro cónico) con símbolos infernales para humillarlos. Además con sogas y corazas (capa de paja) y una cruz verde en sus manos (símbolo de la inquisición) llevando a su lado un religioso para exhortarlos a bien morir y una familia de guardia. A la muerte de Carvajal, en su lugar queda el teniente Gaspar Castaño de Sosa uno de los fundadores de Santiago del Saltillo (hoy Saltillo Coahuila) al mando del Nuevo Almadén y que tiempo después abandonó, ya que quiso descubrir tierras más ricas como era Nuevo México, aunque algunos historiadores piensan que lo que quería Castaño era huir de la justicia de la Nueva España. Así imaginamos al capitán Castaño, cuando en 1583 ó 1584, recibió merced de cuatro caballerías de tierra y un ojo de agua con la cual fundó la “Estancia de Castaño”, en el paraje que se conoce como el Ojo de agua de San Francisco, a unos 4000 metros de la actual cabecera municipal de Apodaca. CAPITÁN GASPAR CASTAÑO DE SOSA De origen Portugués y tal vez judaizante como fueron los principales fundadores del Nuevo Reino de León, como son don Luis de Carvajal y de la Cueva. Gaspar Castaño conoce a Carvajal en Mazapil cuando llegó en la escolta del capitán Francisco de Puga, por esta razón cuando Carvajal funda la villa de San Luís Rey de Francia (segundo nombre de la ciudad de Monterrey), lo nombra alcalde de este lugar. Tiempo después se le regala unas tierras en donde funda la hacienda de San Francisco (hoy Apodaca N.L.), el 16 de agosto1583. Al poco tiempo Carvajal viaja hacia estas tierras para repoblar lo que Alberto del Canto llamo Minas de la Trinidad, dándole el nombre de Nuevo Almadén, (hoy Monclova) invitando a Gaspar Castaño quien es nombrado teniente de la Provincia de Coahuila. Estando asentado en estas tierras el virrey tuvo noticias de que Carvajal traficaba con indios y que además él y su familia profesaban la vieja ley de Moisés (antiguo testamento) dando indicaciones a la santa inquisición para que fuera apresado, llegando a este lugar el capitán Juan Morlete y a un juez llamado Alonso López quienes encontraron al acusado, notificándole las ordenes que traían y lo llevaron a la ciudad de México. Antes de partir Carvajal nombró a Gaspar Teniente de la Provincia de Coahuila. Tal vez a finales de 1590 sobrevino la muerte de Carvajal en la capital de virreinato, donde esperaba su destierro hacia las Indias. Al tener conocimiento de la muerte Castaño de Sosa, pone tierra de por medio entre él y las autoridades al desaparecer el único y débil apoyo legal de su jefe, para ello entusiasmo a quienes estaban con él en el Almaden contándose 170 personas para irse hacia el norte en pos del sueño de la gran Quiviria o las siete ciudades de oro que mencionó Alvar Núñez Cabeza de Vaca. Sale el 27 de Julio de 1590 de este lugar con una cuadrilla de carretas rumbo al sol se mete, días después llegan a un pueblo llamado Santo Domingo en donde el 13 de marzo de 1591 llega el Capitán Juan Morlete tomándolo preso para llevarlo a la capital de la nueva España en donde se le sentencia a seis años de destierro a las Islas del Maluco que serian algunas de las islas del mar de las Molucas en Filipinas y no en China como algunos historiadores lo mencionan. El 25 de octubre de 1593 junto con 52 soldados muere el fundador de lo que hoy es la ciudad Apodaca, N.L. cuando un grupo de chinos atacan la galera en donde viajaban. Pedro de Ubiernay y Solórzano (1613) En el mes de Enero de 1613 Francisco de Urdiñola, gobernador de la nueva Vizcaya, emprendió una campaña para castigar a los indígenas de la tribu Quomoquanes, que en 1607 asesinaron con flechas en las márgenes del río Nadadores al franciscano Fray Martín de Altamira y a tres Nahuatlatos. Dicho Franciscano provenla del convento de San Andrés en Monterrey, cuya misión era evangelizar a los nativos de esta religión. Francisco de Urdiñola se hizo acompañar de Ubiernay, llegando desolada Almaden el 9 de enero de 1613, nombrando capitán y justicia mayor de este lugar; cargo que ocupó por muy corto tiempo, quedando de nueva cuenta deshabitada esta región. Habrán de pasar varias décadas para que estas tierras se colonizaran. Ya en la etapa de las primeras misiones en Coahuila, se tiene noticias por los cronistas franciscanos de tres religiosos muertos a manos de los indios como fueron Fray Guillermo a quien vivo le sacaron los intestinos y con ellos los amarraron a un árbol en donde estuvo padeciendo hasta que murió y luego se lo comieron, dejando solo los huesos, de igual forma se relata la muerte de otros dos misioneros, Fray Tomas Mateos Y Fray Juan Liñan a quienes mataron y se lo comieron. Mateo de Arredondo Arredondo viajo en el año de 1643 desde la Nueva Vizcaya, a repoblar este lugar llamando en este tiempo el Nuevo Almadén, por ordenes de don Luís Valdés, gobernador del nuevo Reino de León ya que dicho gobernador consideraba a estas tierras dentro de su jurisdicción.. Tiempo después mandó aprehender a Mateo de Arredondo, iniciando un litigio que presentó ante el Virrey de la Nueva España. Don Martín de Zavala En el año de 1644 llega a estas tierras quien fuera gobernador del Nuevo Reino de León, don Martín de Zavala quien durante su gestión, la cual duró 38 años, organizó y consolidó el poder virreinal en esta región, procurando la pacificación mediante al combate de los indios y la apertura de caminos que permitieron la comunicación entre minas, haciendas, poblados y villas. Nació en el año de 1597 en el mineral de Panuco cerca de la ciudad de Zacatecas. Su padre, don Agustín de Zavala, jefe militar del Nuevo Reino de León, quien lo envío a estudiar a la ciudad de Salamanca en España. El 3 de abril de 1625, ayudado por la influencia de su padre en la corte, se le concedió una entrevista con el Rey Felipe IV de España. En presencia de dicho Rey se comprometió a fundar villas en el Nuevo Reino de León y proveerlas de misioneros e introducir ganados y poblarlas. El 25 de mayo de ese mismo año fue nombrado gobernador, alguacil mayor y capitán general del Nuevo Reino de León, dicho nombramiento le fue dado en España. Al terminar de pacificar en el año de 1644 el Nuevo Reino de León, se llega a estas tierras para repoblar la región llamándola el Nuevo Almadén. Siendo abandonado al poco tiempo debido a la bravura de los indios de la región. Estando de visita en la ciudad de Zacatecas, se le agravó un problema que tenia en una pierna, por tal motivo decidió volver a Monterrey, en donde falleció el 8 de agosto de 1664. Antonio de Balcárcel Rivadeneira y Sotomayor Año de 1674 Balcárcel es oriundo de Pátzcuaro Michoacán. El día 18 de noviembre de 1674 salio de Santiago del Saltillo (hoy saltillo) rumbo a estas tierras, acompañado de los frailes Juan Larios, Dionisio de San Buenaventura, Manuel de la Cruz y de los tenientes Ambrosio Cepeda, Fernando del Bosque y Pascual Vallejo, formando un grupo de 33 hombres quienes tomaron el camino real rumbo al norte de Coahuila, llegando a la sierra del Anhelo, avanzaron al lugar que hoy conocemos como la Joya, a la que bautizaron con el nombre de Santa Isabel de la Joya, permaneciendo en este lugar hasta el 20 o 21 de noviembre. El día 22 de noviembre llegaron al actual Castaños en donde encontraron tierra fértil con muchos árboles y mucha agua y por la fecha que era la nombraron Santa Cecilia de Castaño. Prosiguieron su camino llegando el 23 de noviembre a las ruinas del Nuevo Almadén, donde Balcárcel y Fray Juan Larios fundaron Nuestra Señora de Guadalupe de la Nueva Extremadura, nombrándola ciudad Capital. Esta ciudad se localizaba a pie de la loma de la Santa Cruz. En la década de los 70s en lo alto de la loma se construyó una Escuela primaria llamada club de Leones y que hoy es ocupado por el IECAM. A un costado de esta loma se encuentra la bodega del pan Bimbo. Esta ciudad estaba limitada al norte por la calle de la Paz, al oeste por la misma loma, al sur por la loma se Zapopan y al este por el río Monclova. El 26 de abril de 1675, el padre Larios con autorización de Balcárcel funda el pueblo de San Miguel de Luna, con nativos de la región, cerca del río Monclova. Algunos de los historiadores dicen que fue fundado a petición del dirigente de la tribu Bobol y por indios Cuahuiltecos de quien posteriormente se tomara el nombre de Coahuila para nombrar así a nuestro estado. Posteriormente fue fundado el pueblo de San francisco de La Nueva Tlaxcala, dividiendo a estos dos pueblos la entonces calle Real de en Medio, hoy calle Cuauhtemoc y en algún tiempo también conocida con el nombre de Victoriano Cepeda. Este pueblo fue fundado con tlaxcaltecas traídos de San Esteban de la nueva Tlaxcala al oste de la villa de Santiago del Saltillo (hoy Saltillo, Coahuila), Subsistiendo solo el pueblo de San Miguel de Luna, que posteriormente tomaría el nombre de San Miguel de Aguayo. A Fray Juan Larios se le considera fundador de Coahuila, ya que el comenzó la fundación primitiva de misiones en diferentes partes de la región, como fueron Muzquiz, Candela, Cuatrocinegas, Nadadores y parte de Nuevo México, murió el día 7 de septiembre de 1676 a los dos años de haber llegado a estas tierras, dejando para estas fechas ya establecidas las primeras familias Tlaxcaltecas que fueron la semilla y fermento de la nueva colonización. Fray Juan Larios sentó los cimentos del valle y provincia de Coahuila, aquí exhaló su último suspiro en aras de su gente (sus indios), En memoria a ese gran hombre, hoy en día nuestra ciudad tiene una calle conocida como “Padre Larios” Al mismo tiempo se cree que se estableció el presidio de San Francisco de Coahuila, a fines de 1675 en la parte oriental de ciudad Guadalupe donde esta actualmente la alameda del pueblo a la altura del muro de la Purísima, misión que él construyó. Ciudad Guadalupe se despobló ya que Balcárcel abandonó el puesto al morir Fray Juan Larios yéndose a vivir a la villa de saltillo. En la parte alta de la Loma de la Santa Cruz todavía en la década de los 70s existía una capilla con el mismo nombre. Al fondo se observa el edificio que hoy ocupa el IECAM. Tarea misionera y colonización Es incuestionable que la conquista económica y política, no solo en Coahuila si no en la nueva España no se habría llevado acabo sin la conquista espiritual es, decir la rápida conversión masiva de los indios a la religión de los conquistadores. Ninguna expedición se realizaba sin la presencia de uno o varios misioneros encargados de atraer a los indígenas a las misiones que fundaba. 12 de agosto de 1689 EL GENERAL ALONSO DE LEON En el siglo XV, hubo en el estado de Nuevo León dos personajes de igual nombre Alonso de León padre y Alonso de León hijo, el primero militar, poblador y cronista (1608-1661) y el segundo, militar, gobernante y descubridor (1639-1691). Diversos autores han llegado a confundirlos, haciendo de ambos uno solo. El padre del primer Alonso de León (cronista) fue don Lorenzo Pérez y doña Adriana de León nacida en la ciudad de México y bautizada en el sagrario metropolitano el 30 de agosto de 1608. Alonso de León padre cambia su apellido Pérez, por el de su madre de León quedando así registrado en la historia como Alonso de León (el cronista) quien se casó con doña Josefa González. El fundador de Santiago de la Monclova nace en San Juan Bautista de Cadereyta Nuevo León. No se conservan en su parroquia los libros de bautismo de esa época, pero hecha la resta en base a diversas declaraciones en la que manifiesta su edad se deduce que el año de su nacimiento fue 1639. Hacia la mitad de la década de 1660 contrae matrimonio con Agustina Cantú. La vida de Alonso de León al formar su hogar fue la misma que la de casi todos los pobladores del Nuevo Reino de León. Su padre fundador de Cadereyta en 1637 vivió en esta villa hasta 1658, de aquí paso a poblar el Valle del Pilón donde fue fundada la hacienda de San Mateo, origen de la que habría de ser, al correr de los años, la ciudad de Montemorelos. En el año de 1682 don Juan de Santiago de León y Garavito, realizó una visita pastoral a esta región y a su paso por Cadereyta conoció al futuro fundador de Monclova. Vuelto a Guadalajara informo al Virrey Conde de Paredes sobre el lamentable estado de la misiones y la total despoblación de ciudad Guadalupe fundada por Balcárcel en 1674 y de cómo se hallaba el pueblo de San Francisco (hoy el pueblo). El prelado señalaba con urgencia de llevar a feliz término la repoblación y la total conquista de la Nueva Extremadura. Para ello y para las fundaciones que proponían recomendó ampliamente a don Alonso de León. El 10 de abril de 1682 fue autorizada en la ciudad de México la fundación de una villa con el nombre de Santiago de Paredes, pero la comisión no fue dada al recomendado del obispo, sino al Capitán José de Bracamontes con titulo de alcalde mayor, quien debería tomar posesión el 11 de diciembre 1682 pero al parecer no realizó la fundación ordenada. Los destrozos continuaron en esta región y 5 años más tarde, la decadencia de las misiones era cada vez más alarmante. Don Melchor Portocarrero Lasso de la Vega, conde de la Monclova El obispo insistió al nuevo virrey Conde de la Monclova quien autorizó la fundación de 2 villas, una en la Boca de Nadadores (hoy el cariño de la montaña) y otro en la Mesa de Catujanos lugares de mayor incidencia de las rebeliones. El 7 de junio de 1687 el virrey expidió titulo de gobernador a don Alonso de León quien llegó a estas tierras escoltado con 20 hombres, en su mayor parte parientes suyos llegando del Nuevo Reino de León (hoy Nuevo León) acompañaba también su lugarteniente el capitán Diego Ramón, Juan su hermano y Alonso su hijo de 21 años y 4 religiosos entre estos Fray Damian Mazanet con quien más tarde tendría serios problemas. Alonso de León llegó a estas tierras el 14 de octubre de 1687 estableciendo su residencia en el pueblo de San Miguel de Luna (hoy el pueblo) encontrando a su llegada a un capitán y 23 soldados. El 1 de marzo de 1668 Alonso de León cumple la orden dada por el virrey y funda una villa en la Boca de Nadadores (hoy el cariño) con el nombre de Santiago de la Monclova. Hallándose en el lugar donde hoy se encuentra Candela recibió un aviso el 2 de abril de que los indios de la recién fundada villa de Nadadores se habían revelado. Con la rapidez requerida llegó al día siguiente encontrándose con el Capitán Ramón quien se había concentrado allí con los sobrevivientes de dicha villa: Platicando con Ramón este le dijo que le concedió a los indios un mitote en el cual resultó muerta una niña, al día siguiente más de 100 indios que habían participado en dicha fiesta atacaron la recién fundada villa. El gobernador Alonso de León visitó el 3 de abril las misiones destrozadas, cerciorándose del robo de las sacristías y del saqueo de las bodegas. Logró rescatar algún ganado y auxiliar a los azorados vecinos ocultos en los breñales y volvió con ellos a San Francisco de Luna al día siguiente. La fundación de la villa de Santiago de la Monclova había quedado frustrada. Tiempo después le llega orden del nuevo virrey, con don Gaspar de la Cerda Sandoval Silva y Mendoza Conde de Galve, ya que el Conde de la Monclova lo habían mandado de virrey al Perú. Este nuevo virrey, le ordena que salga a la bahía de San Bernardo en busca de una colonia Francesa, saliendo dicha expedición el 28 de marzo de 1689; la expedición había sido ordenada en toda forma, además de los soldados iban 17 arrieros y 13 criados. El bagaje se condujo en bestias mulares y además se llevaron 100 novillos. Fray Damian Mazanet acompaña a De León en este viaje. Después de caminar penosamente durante varios días el 22 de abril llegaron a la Bahía de San Bernardo (hoy Bahía del Espíritu Santo, lugar donde nació el general Ignacio Zaragoza) encontrándose un fuerte llamado san Luis totalmente en ruinas todo destruido, restos humanos insepultos, libros dispersos. Alonso de León andando en reconocimiento aprendió a unos indios que le refirieron que 5 extranjeros que vivían en el fuerte estaban entre los indios Assinais. Al saber esto mandó buscar a dichos franceses ofreciéndoles seguridad y prometiendo regresarlos a su patria, solo 2 franceses creyeron en dicha promesa, este fue Jacobo Grollet y Juan L Archeveque, los demás prefirieron quedarse con los indios, aquellos indios contaron lo que sucedió. Narraron que salió una expedición comandada por Roberto Cavalier de la Salle, del puerto de Rochela en España con 280 Franceses, en 4 embarcaciones un navío grande con 36 cañones llamado Joley, acompañado a la Salle un hermano suyo con 100 soldados y algunas mujeres. La expedición llegó a la bahía de San Bernardo y construyeron un fuerte, llamándole San Luis, ayudado por los indios Carahuases, quienes hicieron al principio buena amistad y cuando más confiados estaban en la compañía de aquellos indios cayeron sobre los Franceses asesinándolos a casi todos, salvando la vida solo 5 de ellos. Ya enterado Alonso de León regresó a su provincia de Coahuila. En el camino sorprendió a unos indios que casaban cíbolos (bisonte o búfalo) les preguntó quienes eran y contestaron en la lengua de los Assinais a la que pertenecían diciendo texia texia que quería decir amigos, algunos cronistas dicen que de esta respuesta que se dio nació llamarle aquella tierra de los Texas (tejas), aunque el primer nombre de esas tierras era el de Nuevas Filipinas y que actualmente se le conoce como el estado de Texas. En esta expedición surgió una lamentable divergencia entre el general y Fray Mazanet dicha discrepancia habría de tener la injusta eliminación del gran proyecto colonizador, la actitud del Fraile hizo mucho daño al general Alonso de León que con un dejo de amargura se dedicó a seguir sirviendo con lealtad su cargo de gobernador en Santiago de la Monclova. Se sabe que en el invierno de ese año se acentúo el padecimiento que le ocasionara una antigua herida en un costado y que no pocas veces lo obligara a guardar cama. Pero este padecimiento físico nada significaba en relación al golpe de muerte que lo había sido asentado por Fray Mazanet al ponerlo en mal con el Virrey. Su dolencia física, moral y espiritual hizo en él profunda mella. Su fortaleza de roble que había sabido resistir tan largas y penosas jornadas, se vio de pronto aniquiladas, apenas si debió poder levantar la vista hacia los extensos desiertos norteños, en donde quedaba inconclusa la grandiosa obra cuya culminación le era arrebatada injustamente. Se volvió callado y taciturno. Nada le alentaron ya las movidas rebeliones de los naturales, a las que desde su juventud había sabido enfrentarse y salir airoso. Sintiendo el ocaso de su vida decidió volver a su casa en el Valle de Pilón. El viaje fue penoso, le acompañaba para asistirlo espiritualmente Fray Pedro Furtunis y Fray Juan de Velasco, de la misión de La Caldera, y apoyándose físicamente del sargento Juan Guerra y Pedro de la Garza, soldados del presidio de Coahuila y otros. Cuando llegaron a la hacienda de San Francisco del Carrizal, de su propiedad, a la falda del esplendido cerro de este nombre, se le agravo el achaque, no habiendo escribano decidió entonces hacer su testamento ante sus acompañantes, a fin de disponer sus cosas temporales y eternas. Solo alcanzó a dictar algunas cláusulas; en las que dispuso ser enterrado en el convento de San Francisco de la Villa de Cadereyta, amortajado con el habito de San Francisco de Asís; y donde ordenaba se le dijesen dos novenarios en Santiago de la Monclova y 50 misas en el altar del perdón, de la catedral de México. La muerte de Alonso de León fue fatal para la obra de poblamiento y evangelización del estado de Texas. Alonso de León en su tiempo, no fue comprendido pero solo por aquello que como Mazanet o el fiscal se empecinaron en desmoronar su obra, tardíamente se dieron cuenta de que no tenían razón. Hasta ahora se ha tenido el 25 de marzo como fecha de su deceso, fecha en la que su teniente Diego Ramón lo avisó a México, pero Alonso su hijo, al presentar en Monterrey su poder, expresa que falleció anoche 21 de Marzo de 1691, no especifica donde, pero debe de haber sido en la villa de Cadereyta, su lugar natal. El nombre de esta tierra, así como los nombres de arroyos, valles y ríos, hablaran siempre de su ilustre descubridor. Alonso de León traza las primeras calles de nuestra ciudad y según la tradición y de acuerdo a los vestigios de los primeros edificios, Monclova se comenzó a poblar cerca del río, siguiendo por la hoy calle Juárez y que en la época de la independencia se llamaba calle del mesón de santiago, y tiempo después molinos cuates José Miguel Sánchez Navarro y la parroquia Santiago Apóstol En el corazón de nuestra ciudad se eleva imponente, dominado los edificios aledaños la Parroquia de Santiago Apóstol máximo centro de la religión católica en nuestra ciudad, y una histórica e invaluable joya arquitectónica símbolo del devenir devoto y cultural de los monclovenses. Dicha parroquia fue mandada construir en el año de 1758 por el canónigo don Miguel Sánchez Navarro, Este personaje nació en la ciudad de Saltillo Coahuila en el año de 1730, cursando estudios sacerdotales en el colegio de Guadalupe Zacatecas. Llegó a estas tierras a la edad de 25 años como cura de la parroquia, que en aquel entonces era una bodega oscura, muy pobre. Uno de los cronistas del siglo XVIII, Fray Agustín de Morfi, escribió en su diario cuando estuvo en estas tierras, La villa de Santiago de la Monclova tiene una hermosa plaza, calles despejadas, edificios bajos de adobe, su iglesia es una bodega oscura con 5 altares, infinitamente muy pobres cuyo nombre es Santiago Apóstol, inmediata a ella se está construyendo otra parroquia totalmente de piedra, para su portada se labraron varias de ellas que se ven veteadas que hasta parecen de mármol. Don José Miguel Sánchez Navarro, al amparo de la iglesia amasó una de las más grandes fortunas del norte de la Nueva España. Su envestidura religiosa le permitió ser uno de los terratenientes más ricos de México. A pesar de ser muy competente como sacerdote, el interés real del cura se centraba en los negocios. Monclova aunque era una triste y monótona villa, se encontraba estratégicamente situada en el curso que seguían los viajeros, que provenían de Santiago del Saltillo y que se dirigían a los presidios y ademas era el centro comercial de la provincia. Aprovechando su situación como párroco, se dedicó a concretar todas las oportunidades potencialmente lucrativas que se le presentaban. Una de las primeras propiedades que adquirió en la villa fue un terreno que estaba enseguida de la iglesia, donde estableció una pequeña tienda y que varios años después se convirtió en un gran comercio de telas, lencería, herramientas y mercancías en general, que le eran enviadas desde Santiago del Saltillo y el centro de la Nueva España. En el año de 1760 aumentó sus propiedades adquiriendo 2 lotes más de terreno y una casa cerca de la iglesia. Para atender la tienda mandó traer de Santiago del Saltillo a su hermano José Gregorio, que muy pronto bajo su dirección adquirió renombre y prosperidad. El cura fue nombrado administrador de diezmos, siendo este el principal recurso para la iglesia, llegó a convertirse en uno de los más importantes recolectores de la Nueva España. El diezmo enriqueció al cura. La población tenía que pagar impuestos en especie en lo que era agricultura, ganadería, así como el maíz, trigo, algodón y caña de azúcar etc. En el año de 1764 compró una hacienda y terrenos cerca de Santiago de la Monclova para sembrar trigo y pasto para sus mulas. Para atender ya sus muchas propiedades y rebaños de ovejas mandó traer a su hermano Manuel Francisco. En el año de 1770 compró en $150 pesos 5578 hectáreas y el derecho de 10 días de agua fundando en ese |
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